Central Altiplano: una apuesta por maltas craft 100% mexicanas
Tampico, Tamaulipas, 02 de mayo, 2022- Hace más de 3 años, cuando lanzaron el primer lote de malta a la venta, Central Altiplano hizo frente al reto más grande: ganarse la confianza de los cerveceros independientes de México.
Ubicada en Oriental, Puebla, la maltería fue inaugurada en mayo de 2018 con el objetivo de reducir la dependencia de los cerveceros mexicanos hacia las maltas importadas de Estados Unidos y Europa.
En sus instalaciones ubicadas en la Ex- Hacienda Virreyes, Central Altiplano tiene una producción de 360 toneladas anuales de Pale Ale 2H (2 hileras o two row), malta base mexicana adecuada para cervezas de gran cuerpo, y para todo tipo de Ales.
“Cuando lanzamos la marca, el mayor reto fue lograr la confianza de los cerveceros en una malta mexicana, por distintas experiencias que habían tenido y varios mitos como que en México no se cultivaba la cebada de dos hileras”, señaló Carlos Raygoza, director comercial de la empresa.
Antes de contar con su propia producción, Altiplano ya era distribuidor de maltas europeas como Belgomalt (Bélgica), Pauls Malt (Reino Unido), Minch Malt (Irlanda) y Les Maltiers (Francia). Tenía alrededor de 500 clientes, desde cervecerías medianas, hasta cerveceros caseros.
A la fecha, Raygoza sostiene que la mayoría de los cerveceros mexicanos reconocen la calidad de sus maltas, 800 clientes en todo el país las han usado, y el porcentaje de recompra es de 90%.
“En ningún producto la recompra es de 100%, hay muchos temas que influyen en la venta de una malta, además de los precios y calidad: los empaques, envíos, hay lugares muy lejanos que a pesar de tener los mejores precios, el cliente elige opciones más cercanas, y la competencia es sana”, refiere.
En el centro del país se ubican la mayoría de sus clientes, y desde el año pasado entraron con fuerza en Mexicali y Ensenada, con la apertura de un almacén y una oficina, respectivamente. De igual forma, crece el interés en Michoacán Jalisco y Colima.
Su segundo reto fue mantener la estabilidad de la malta, y Carlos lo califica como el más importante de manera interna.
“Es lo mismo que cuando dices me voy a tomar una cerveza hoy, y quiero que sepa a lo mismo en seis meses, se trata de estandarizar, con la malta sucede lo mismo y es aún más complicado porque dependemos del campo que está expuesto a factores ambientales, plagas entre otros, afortunadamente lo hemos logrado”, indicó.
Otro de los desafíos que enfrentó Altiplano fue vender sacos de 50 kilos, en un mercado acostumbrado a los de 25, la idea era reflejar un mayor impacto en el precio, sin embrego, desde el año pasado comenzaron a ofrecer sacos de 25, “esto nos abrió las puertas en lugares donde estaban cerradas”.
Actualmente, comprar la malta mexicana de Atiplano significa un ahorro de al menos 25%, en comparación con importadas, debido a que sus costos se dispararon el año pasado por la pandemia (aumento en embarques y combustible). Raygoza anticipó que el segundo semestre del año, habrá un nuevo incremento debido a la guerra en Ucrania, ya que junto con Rusia son los principales productores de cebada en el mundo.
El catálogo de maltas
Además de la malta mexicana, Central Altiplano cuenta con alrededor de 27 maltas europeas de Boormalt, que en 2021 se convirtió en la empresa número uno de producción independiente de malta, tras la adquisición de la parte de maltas de Cargill, con lo que reforzó su presencia en Norteamérica, Sudamérica y Australia.
“Con ellos tenemos una alianza comercial desde hace cuatro años y medio, y distribuimos 4: Belgomalt, Paul Malts, Les Maltiers y Minch Malt, es importante mencionar que todas son maltas craft, y las manejamos como distribuidores exclusivos”, apuntó.
La malta Pilsen de Belgomalt, es la malta más vendida en México, seguida por Vienna y Munich de Les Maltiers y Maris Otter de Paul Malts.
La empresa también ofrece más de 30 variedades de lúpulo, así como levadura, hojuelas de avena y maíz producidos en Puebla.
*Imágenes cortesía de Central Altiplano
